El diseño visual de un anuncio digital no es un detalle menor. Puede marcar la diferencia entre un clic y un simple deslizamiento de pantalla.
El CTR (Click Through Rate) mide cuántas personas interactúan con el anuncio, y esta métrica depende en gran parte de cómo se construye visualmente la pieza. Sin embargo, hay errores frecuentes que afectan de manera directa el rendimiento de las campañas.
Imágenes de baja calidad o poco relevantes
Un error común es usar fotos de baja calidad o genéricas que no representan el producto. Por ejemplo, un restaurante en que promociona su menú con una imagen de hamburguesas de stock genera desconfianza y no atrae clics. El usuario percibe falta de autenticidad y pierde interés. Lo recomendable es emplear fotos propias, bien iluminadas y en alta resolución, mostrando el producto real. Una imagen auténtica transmite confianza, genera cercanía y despierta el interés inmediato del público.
Uso inadecuado del texto dentro de las creatividades
Sobrecargar un anuncio con demasiado texto o tipografías poco legibles reduce su efectividad. Por ejemplo, un anuncio sobre un curso de cosmética natural cuyo creativo contiene letras sobre la misma imagen, estas se confunden con el fondo, lo que finalmente esconde el mensaje principal, el descuento. El usuario no lo entiende a primera vista y lo ignora. La solución es un diseño limpio, con tipografía clara y un mensaje breve y destacado.
Colores y elementos que generan confusión
El uso excesivo de colores llamativos o una paleta incoherente afecta negativamente el rendimiento de un anuncio. Una empresa de seguros que recurre a tonos fluorescentes transmite informalidad en lugar de confianza. Para evitarlo, es fundamental mantener coherencia con la identidad visual. Si la marca busca proyectar seguridad, conviene utilizar una paleta sobria y destacar el botón de acción con un color contrastante. Así, el anuncio orienta la atención del usuario, genera confianza y aumenta la probabilidad de clics.
En conclusión, los errores en estos aspectos no solo restan estética, también reducen clics y oportunidades de conversión. Revisar y optimizar estos detalles visuales puede transformar el rendimiento de cualquier campaña digital.